martes, 18 de enero de 2011

Señora de la limpieza

La policía llegó al cabo de un rato y lógicamente, se enteraron de que había sido yo la persona que lo había encontrado. Me acribillaron a preguntas que me pillaron out of order….

Esto no me puede estar pasando a mí justo ahora que empezaba encontrar el camino hacia él. Think, think, think… Ya claro, piensa, pero el Conde de Montecristo tuvo 14 años para urdir su venganza y yo acabo de empezar a aclararme la cabeza. No tengo un Abate Faria que venga y me dé la clave del tesoro…

Tras pasar un tiempo en la cafetería con Paco me fui a casa. Allí intenté dejar por escrito todo lo que había declarado ese día, tanto a la policía como al resto de personas con las que había hablado. Pero mi mente estaba demasiado dispersa como para dejar un escrito coherente. No dejaba de pensar en la aparición de aquel dead guy.

¡Ja, ja! Es perfecto porque él no se lo esperaba. ¡Shit, this is brilliant! Soy como D’Artagnan descubriendo a Milady. Pero en este caso Milady va a ganar porque no tiene flor de Lis ya que no ha robado nada más que la astucia que el mundo la ha proporcionado. ¡Montse!, escribe, escribe que eso puede valerte otra tesis.

Yo no pude desvincularme del trabajo tan fácilmente como el resto ya que yo era señora de la limpieza. ¡Lucky them! Eso sí, agradecí enormemente la vuelta a la rutina y la discreción que me proporcionaba mi puesto.

Who cleaned the floor? Where is the blood?

Me pasaba mis horas libres como Sherlock, divagando y fingiendo que todo era banal para mí. Pero mi Watson was as realiable as he is expected to be y guardaba una fiel reproducción de todo lo que pasaba por la facultad: estudiantes tristes, estudiantes alegres, profesores viejos, profesores jóvenes…

¿What the f… is doing the priest? Is he mentally insane? He must stay inside his little church and pray! Se piensa que es un Guillermo de Baskerville cualquiera y busca su Adso. Disgusting!

Total, que me impregné totalmente de todo lo que ocurría por la Facultad. No era muy distinto a mis años como estudiante tanto de carrera como de Doctorado.

Thank God I sent everything to my hometown…

Pasaron los días y no supe más de la policía pero si me enteré de cuatro cositas más: el chaval muerto no tenía nada de extraño según mi punto de vista. Está claro que los periodistas van a empezar a sacar wrong conclussions about him: he was tall, he had tattoos, he was latin… ¿Acaso Otelo no era negro y es el gran protagonista, aunque desafortunado? Como odio los prejuicios. Por eso me deshago de todos, incluso de los que la gente tiene de mí…

¿Y si me voy a casa? ¿Recojo todo y lo quemo? Dantes no dejó nada de su antigua vida a la vista. ¡Haz tú lo mismo! Qué manía tenemos de dejar todo a medias. Como diría mi madre “primero la obligación y luego la devoción”.

La policía me había dado órdenes de no salir del país durante unos días así que no había por dónde atajar mi situación. Entonces sólo me quedaba una opción.

Habrá que resolver esto antes que nadie y chantajearle para que publique que toda la culpa es de su mala gestión universitaria. ¡Ja, ja! Dimitirá sólo porque la presión social lo provocará. ¡Moriré tranquila! What a relief!

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